
La función principal de la transpiración o sudor en los seres humanos es la de regular la temperatura corporal, especialmente en ambientes cálidos o en momentos de gran actividad física. Y, aunque los bebés no suelen sudar o lo hacen muy poco, es importante controlar esto, ya que pueden aparecer casos de trastornos derivados del exceso de transpiración.
Problemas causados por la excesiva sudoración del bebé
Si bien es cierto puede haber sido provocada por factores externos como que el niño haya pasado la noche demasiado abrigado y la temperatura de su habitación sea bastante elevada. Por eso, es muy importante tener un colchón que tenga una buena transpiración, ya que existen ciertos problemas relacionados con el sudor que tu bebé se puede encontrar durante su descanso.
Hiperhidrosis infantil
La hiperhidrosis se produce cuando el pequeño suda de forma excesiva y no para de hacerlo aunque las condiciones externas sean modificadas. Si bien es cierto que un 40% de los afectados cuenta con un componente genético al sufrir algún miembro de la familia el mismo problema. Una correcta transpiración de su colchón puede ayudarle a prevenirlo, pues en el 60% restante de los niños es un trastorno que se inicia en las primeras etapas de la vida.
Los bebés que experimentan hiperhidrosis pueden llegar a sufrir problemas en su futuro colegio, ya que, en primer lugar, esa sudoración en las manos con frecuencia arruinará sus trabajos escolares, y en segundo lugar afectará a sus relaciones sociales, por lo embarazoso que es sudar en exceso de cara a los otros niños, y por ende, a su autoestima.
Sin embargo, la hiperhidrosis infantil puede ir más allá de los problemas sociales, ya que existen ciertas patologías que derivan de dicho trastorno tales como infecciones, alteraciones de las glándulas endocrinas o enfermedades del sistema nervioso central.
Bromhidrosis infantil
Este trastorno se refiere al mal olor del sudor, y puede estar ocasionada por la propia hiperhidrosis o por otras causas como una abundancia de bacterias en los poros en los que se ubican las glándulas sudoríparas. Esta obstrucción puede ser debida a una mala transpiración durante sus horas de sueño.
Aunque la bromhidrosis es más frecuente en la adolescencia, también se puede encontrar en niños, por lo que si nuestro pequeño presentara un olor fuerte y desagradable, se debería consultar a un pediatra.
La variedad más común de este trastorno es la que se produce en las glándulas apocrinas, por ello también es comúnmente denominada sudoración apocrina.
Como ya hemos visto, cuidar la transpiración en el colchón de nuestro bebé es esencial para su bienestar presente y futuro. Echa un vistazo a nuestra selección de colchones transpirables aquí.