
El verano ya está aquí, y con él llega el sol y las temperaturas elevadas. Debido a su fisiología los niños son más vulnerables al calor y debemos llevar cuidado para que no tengan ningún problema. Vamos a comentar una serie de consejos básicos que nos ayudarán a sobrevivir a este caluroso verano.
Una buena hidratación
El consumo de agua es fundamental, es conveniente tener siempre a mano una botella de agua para que nuestros hijos puedan beber. Los niños juegan, corren, saltan… y al sudar van perdiendo agua que se debe reponer. La cantidad diaria aproximada que debe tomar un niño es de cincuenta mililitros por cada kilo de peso.
Si aún es un bebé y es amamantado en exclusiva no debemos preocuparnos ya que la leche materna aporta los minerales necesarios para evitar la deshidratación.
Cuidado con el sol
Crema solar, gafas y gorro. Hay que ir equipados para protegernos, sobre todo en las horas centrales del día en las que se debe evitar la exposición directa al sol. El carrito del bebé se debe proteger con un parasol o una capota, comprobando que tenga una buena ventilación, ya que en ocasiones intentamos protegerlos en exceso y acabamos aumentamos la temperatura.
Busca sitios frescos, con sombra y bien ventilados en los que los niños puedan jugar sin demasiado calor. ¡Cuidado con los ventiladores si tienes bebés o hijos pequeños!
Escoge un colchón fresco
Para evitar las largas noches dando vueltas y vueltas sin poder conciliar el sueño es importante escoger un buen colchon para niños. Los colchones de gel, por ejemplo, son una buena opción para el verano ya que permiten que el calor desaparezca gradualmente y transmite frescor.
Otra opción interesante son los colchones de muelles, ofrecen una buena firmeza y un potente frescor gracias a su núcleo que facilita la circulación del aire y poseen una excelente transpiración.
Ropa ligera
Es conveniente evitar las prendas ajustadas y los tejidos sintéticos. Se deben usar tejidos como el algodón, calzado fresco y respirable. Dentro de casa, si el calor es extremo, puedes quitarle el pañal para que vaya más fresco.