Cuando el bebé cumpla seis meses, de forma progresiva, debemos de empezar a darle más alimentos diferentes a la leche materna. Una buena forma de comenzar la transición a la comida sólida es mediante papillas o purés de frutas y verduras. Sin embargo, como sabemos lo difícil que es cambiar la dieta a la que ya estaba acostumbrado, os explicamos los mejores trucos para que tu bebé empiece a comer algo más adecuado a su edad. ¡Empezamos!
Pasito a pasito
Una buena opción para empezar es hacerlo con aquellas verduras o frutas que sean más dulces para el paladar del bebé, ya que este tipo de comida suele resultarles más atractiva. Debemos tener en cuenta que no deben ser demasiado ricas en fibra, ya que el cuerpo del bebé necesitará familiarizarse con sus nutrientes. Las primeras papillas y purés de verduras tienen que ser muy suaves para que el niño las acepte. Un pequeño truco para hacerlas más gustosas es añadir un poco de aceite de oliva, no solamente le dará más sabor, sino que tendrá una textura más suave.
Otro dato a tener en cuenta es que es muy probable que el primer mes el bebé pida tomar leche después de comer la papilla, esto se debe a que las raciones pequeñas de puré no son muy nutritivas y puede que necesite más alimento para sentirse saciado.
Sin embargo, existe un producto que podemos mezclar con las frutas y verduras. Según la Asociación Española de Pediatría a partir de los seis meses podrá saborear gluten, por lo tanto los cereales también deben ser incluidos en su dieta. A diferencia de la verdura o la fruta, la introducción de los cereales debe de ser de forma progresiva e ir aumentando la cantidad poco a poco, ya que, hasta el momento, el bebé no está acostumbrado a ese tipo de nutrientes.
¡Coge papel y bolígrafo para los trucos!
Ya hemos comentado que este cambio en su dieta puede ser un paso muy difícil para que él y puede costar que lo acepte, por eso podemos empezar predicando con el ejemplo. Si nuestro bebé no nos ve comer fruta o verdura, no aceptará este alimento, por lo que tienes que comenzar a comerlas junto a él para que las huela y se familiarice con su olor, color, textura…De esta forma lo verá como algo más común.
Para que el bebé se sienta cómodo y pruebe si le gusta el sabor tanto de las verduras como de las frutas tendremos que ir poco a poco, al igual que los colores, olores, estímulos…unos le gustarán más que otros. Por otra parte, no insistas con el mismo alimento siempre, ya que puede acabar aborreciéndolo y negarse probar otras distintas. Cuanta más variedad haya en su plato, más llamativo será para él.