
Durante el embarazo, todas las mujeres escuchamos cientos de consejos y afirmaciones de diferentes personas sobre esta etapa de nuestra vida. Algunas serán ciertas y otras carecerán de base científica, es importante saber diferenciarlas para no confundirnos.
Si tienes alguna duda, lo más sencillo siempre es consultar con tú ginecólogo que seguro responderá encantado a todas tus preguntas. Nosotros, para echarte una mano, vamos a hablar sobre los falsos mitos más frecuentes del embarazo, seguro que has escuchado muchos de ellos en alguna ocasión.
Se puede saber el sexo del bebé por la forma de la barriga
Existe la falsa creencia de que si la barriga está en forma de pico nuestro bebé será un niño y si por el contrario, tiene forma redonda, será una niña. Esto es completamente falso, la única forma de conocer el sexo del bebé es mediante una ecografía, la forma de la tripa depende de la posición del bebé y de la constitución física y uterina de la madre.
Los ardores indican que el bebé tendrá mucho pelo
Durante años hemos escuchado esta idea pero también es falsa. Los ardores, como las malas digestiones durante esta etapa, surgen como consecuencia del aumento del tamaño del útero que provoca el desplazamiento del estómago y los intestinos. Lo mejor para prevenir estos problemas es evitar las comidas de difícil digestión e intentar no tumbarse justo después de comer.
Hay que comer el doble
Otro falso mito que seguro escucharás alguna vez, se basa en la idea de que la madre debe alimentarse por ella y por el bebé. Esta idea es completamente falsa, debemos tener en cuenta la calidad, no la cantidad, de los alimentos que comemos. De hecho, engordar en exceso durante el embarazo puede llegar a ser perjudicial y provocar casos de obesidad.
No se debe mantener relaciones sexuales
En ocasiones habrás escuchado que se puede dañar al bebé pero no debes preocuparte. Esto no puede ocurrir, ya que está completamente protegido dentro del útero. Por lo tanto, a menos que el médico indique lo contrario, no hay ningún tipo de impedimento.
Ducharse o bañarse
Por último, existe el rumor de que bañarse puede ocasionar infecciones y que el agua puede llegar a entrar en el útero. Esto es falso, como hemos comentado en el anterior punto, el útero está protegido y sellado por un tapón mucoso hasta poco antes del parto, este impide el paso de bacterias a su interior. Por lo tanto, también es falso que haya que evitar las piscinas. ¡No tengas miedo de refrescarte en ellas!