
Cuando llega el frío, una de las principales preocupaciones que tenemos todos los padres es evitar que nuestros hijos enfermen, a pesar de que suele ser más angustioso para los padres primerizos, es común la preocupación y la impotencia por no poder ayudar a los más pequeños.
Por eso, a continuación te traemos una lista con algunos consejos básicos que te ayudarán esos momentos tan difíciles para ti y tu bebé.
1. Fortalece la inmunidad de tu bebé
Debemos prestar especial atención a la alimentación del bebé una vez pase de la leche materna a los alimentos sólidos. Deberás asegúrate de que recibe una gran variedad de alimentos, puesto que ayudarán a que reciba todos esos nutrientes que su cuerpo necesita para crecer fuerte y sano.
2. Abrígalo correctamente
Otra cosa a tener en cuenta, es que abrigar en exceso puede ser contrario al efecto que se pretende conseguir, puesto que ponerle ropa de más impide la regularización de su temperatura corporal con la del ambiente. Por tanto, debemos tener especial cuidado con tapar la nariz y la boca sin abusar de las capas extra.
3. Ventila todos los espacios
El aire de nuestra casa debe renovarse para que continúe siendo respirable y beneficioso para la salud, por eso, es recomendable abrir las ventanas al menos 10 minutos al día. Esto nos ayudará a eliminar sustancias nocivas que se van acumulando día a día. También es recomendable mantener la casa templada para ayudar a que el organismo utilice sus propios mecanismos y consiga por si solo regular el frío, de esta forma ayudaremos a nuestro bebé a autoregular sus defensas.
4. Mantén hábitos de higiene
Es importante que nuestro bebé no comparta utensilios de comida, tales como vasos, platos, cucharas, etc. para que no acabe contagiándose por virus de otras personas. Otra forma de mantener al máximo su higiene es lavarles las manos con frecuencia, especialmente si ya come alimentos sólidos con sus o cuando salga a la calle.
5. Vacuna de la gripe a tu bebé
Aunque la gripe no es una enfermedad grave, los niños son más propensos a infectarse, es por eso que vacunarlos es siempre una buena opción para evitar que caigan enfermos. La vacuna se puede poner a partir de los seis meses y suelen recomendarla especialmente en bebés que sufren algún tipo de enfermedad crónica como asma, diabetes, enfermedades renales…
Con estos sencillos consejos podemos ayudar a la salud de nuestro bebé. ¿Conoces algún otro truco para ayudar a los más pequeños? ¡Cuéntanoslo en comentarios!