Llega el verano con el buen tiempo y las vacaciones, una gran época del año. Sin embargo, puede presentar ciertas dificultades para algunas mujeres embarazadas, sobre todo si están en los últimos meses. Para poder lidiar mejor con esta calurosa estación vamos a comentar una serie de sencillas recomendaciones que te ayudarán a sentirte mejor.
La hidratación es fundamental
Es algo que estamos cansados de escuchar pero es imprescindible recordarlo. Para cualquier persona es necesaria una buena hidratación cuando suben las temperaturas, en el caso de las embarazas cobra especial importancia este aspecto. La hidratación durante la gestación requiere aproximadamente 2,7 litros al día y esta cantidad, obviamente, debe aumentar si hace mucho calor.
Para hidratarse lo mejor es tomar bebidas naturales y refrescantes como leche o zumos, pero principalmente agua. Siempre debemos llevar una botella, sobre todo cuando vayamos a la playa o la piscina.
¿Debo hacer ejercicio en verano?
El verano en ocasiones invita a huir del ejercicio debido al calor, pero para mantener un estado saludable es necesario mantenerse activa. Debemos evitar las horas de máxima temperatura y podemos buscar ejercicios más apetecibles como dar un paseo por la playa.
Lleva una dieta saludable
Una buena dieta debe contener alimentos que aporten los nutrientes necesarios para el embarazo y además que proporcionen la hidratación adecuada. Con el calor conviene evitar comidas con mucha grasa o calientes y optar por la fruta o verdura, alimentos más frescos que te aportaran grandes beneficios.
¡Aprovecha la playa y la piscina!
Una gran ventaja del verano y una de las actividades más apetecibles… ¡Refrescarnos en el agua! Durante el embarazo no tenemos por qué perdernos este tipo de entretenimiento, además, nos sirve también para hacer algo de ejercicio.
Cuidado con el sol
Por último, es muy importante tomar el sol con precaución. Las mujeres embarazadas son más propensas a desarrollar ciertos problemas como manchas en la piel por la exposición solar, se debe utilizar una protección solar de factor elevado y evitar la exposición directa. Hay que acordarse de llevar sombrilla a la playa o buscar una zona con sombra para evitar un exceso de sol en nuestra piel y tener zonas de sombra para esquivarlo.
