Es inevitable que nuestros pequeños lloren, pues es la única forma que tienen de expresar que tienen hambre, sueño o algún tipo de dolor. Pero, ¿cómo podemos tratar de calmarles? Puede ser difícil cuando más pequeños son, sin embargo con el tiempo empezarás a interpretar las señales de tu bebé y saber qué necesita.
Para ayudarte a empezar vamos a darte una serie de consejos básicos que harán sentir mejor a tu bebé.
Un paseo relajante
Muchos padres coinciden en que, a veces, lo más sencillo es también lo más eficaz. Simplemente sienta a tu bebé en su carrito y da un tranquilo paseo por el parque o incluso dentro de la casa. El traqueteo hará que se distraiga y pueda relajarse, de forma que a no ser que tenga una necesidad mayor, se calmará. Puedes probar también a meterlo en su sillita del coche y dar una vuelta por la manzana.
Una caricia siempre se agradece
Pequeños masajes en la tripita o la espalda también pueden funcionar de maravilla a la hora de calmar a tu hijo. En ocasiones, los gases pueden hacerle daño y unas suaves caricias en la barriga le pueden ayudar a relajar el vientre.
Lo mejor sería que se acostumbrara a recibir masajes para que lo asocie a un momento de calma, por lo que hay que hacerlo con bastante frecuencia y en las condiciones adecuadas, controlando por ejemplo aspectos como la temperatura ambiente o la iluminación de la sala.
Como último consejo en este apartado, si queréis combinar relajar a vuestro bebé con el cuidado de su piel podéis probar a darle alguno de esos masajes con aceites especiales para ellos.
Haz que se sienta arropado
Hace poco que tu pequeño ha salido del útero materno y ha pasado de estar protegido y arropado 24 horas al día a tener todo el espacio del mundo para él. A veces, eso puede restarle seguridad. Envolver al bebé en una manta o una toalla ayudará a que no se sienta tan indefenso, sin embargo debemos tener en cuenta que no hay nada como crear un contacto directo con la piel de su madre. El calor que desprende y el latido de su corazón son lo más apacible del mundo para él.
Estos son tan solo algunos consejos básicos para calmarle en caso de que el llanto de tu bebé sea por algo ajeno al hambre, la sed o el dolor. Sin embargo, y como hemos mencionado anteriormente, está en tu mano conocer de primera mano sus necesidades.
¿Conoces algún otro truco para calmarle cuando no pueda dormir? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!
