No es ningún secreto que los bebes adoren estar en el agua. Para ellos es una experiencia completamente única ya que se sienten como auténticos peces. Esto se debe a que si echamos la mirada hacia atrás nos daremos cuenta de que llevaban 9 meses viviendo dentro de una burbuja llena de agua, por lo que cuando entran en contacto con el agua se sienten relajados ya que es como si volvieran de nuevo a la barriga de su madre.
Sin embargo, llevar a tu bebé a natación infantil está repleto de ventajas. Si aún no las conoces, ¡sigue leyendo!
¡Al agua patos!
Lo primero que tienes que tener en cuenta es que no se trata de clases de natación, sino que debe de ser una actividad que le ayude a disfrutar del agua y en donde podrás pasar un rato divertido con él. Decimos esto porque no es hasta los tres años de edad que los niños pueden nadar. Sin embargo, puedes ayudarle a flotar o a jugar con el agua para que, en el caso de que tenga miedo, pueda perderlo.
Uno de los beneficios más importantes entra aquí, cuando le ayudas a flotar, que consigues que flote casi de manera automática, por lo que estarás ayudándole a que empiece a controlar su sentido del equilibro, lo que con el equilibro controlado, en un futuro le costará mucho menos aprender a caminar.
Otra de las cosas que aprenderá será a soplar para que el agua no entre en sus pulmones. Puedes ayudarle soplándole en la cara para que te imite o incluso con una pajita cuando beba zumo, así aprenderá a controlar el aire que sale de su boca, algo que en un futuro le ayudará a pronunciar de manera correcta y evitará coger miedo a la piscina porque contralará su propia respiración.
Para ello, lo mejor es que vayas a una piscina de bebés la cual esté cubierta para que la temperatura sea la ideal para su cuerpo y no le pille miedo. Ve a horas que no haya demasiada gente, así estará más centrado y no se agobiará. Por último pero no más importante, cuando estéis en el agua procura que al principio esté cerca de tu cuerpo hasta que se sienta con la suficiente autonomía para empezar a separarse de ti.
¿Conoces algún otro beneficio de llevarlo a la piscina? ¡Cuéntanoslo!
